La Biblia no sólo son historias increíbles y fantásticas, tiene un eje central. Sólo Dios puede formarlas hasta convertirla en Su propósito, y ese propósito es su hijo Jesús. Aunque no cumplió Su propósito inmediatamente, siempre se demostró que Dios sería el Señor y que todo fue creado mediante Su palabra de poder y de promesa, que tenía como fin preparar la llegada de Jesucristo. En el Antiguo testamento se nos estaba preparando para llegada del Mesías, el hijo de Dios que vino a quitar el pecado del mundo, y morir por nosotros. A continuación te doy algunos ejemplos, tomados de la Biblia Reina Valera.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Génesis 3:15
Este versículo contiene la primera promesa del plan de redención de Dios para el mundo. Predice la victoria final para la humanidad para Dios sobre Satanás y el mal al profetizar un conflicto espiritual entre la simiente de la mujer (Jesús) y la simiente de la serpiente (Satanás y sus seguidores). Aquí Dios prometió que Cristo nacería de una mujer y que sería herido mediante la crucifixión. Sin embargo, Él resucitaría de los muertos para destruir del todo a Satanás, el pecado y la muerte a fin de salvar a la raza humana.
Y haré de ti una gran nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12:2-3
Esta es la segunda profecía en las escrituras en cuanto a la venida de Jesucristo. Menciona una bendición espiritual que vendría por medio de un descendiente de Abraham. Pablo afirma que esa bendición se refiere al evangelio de Cristo ofrecido a todas las naciones.
Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Génesis 22:8
Es profético e indica que Dios provee un sacrificio substituto, un carnero. La realización suprema de la afirmación de Abraham está en la provisión de Dios de su unigénito Hijo como sacrificio expiatorio en el Calvario para la redención de la humanidad.
En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Génesis 22:18
Debido a la sincera obediencia de Abraham, demostrada por su disposición a sacrificar a su hijo, A Abraham se le dijo que Dios mantendría su promesa del pacto con él. La simiente que bendeciría finalmente a las naciones se refiere a Jesucristo.
Ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y en Él se congregarán los pueblos. Génesis 49:10
La bendición otorgada a Judá indica que se le dieron derechos del primogénito, y por tanto la bendición prometida a Abraham. La esencia de esa promesa era que todas las naciones serían bendecidas por medio de Él por la simiente de la mujer. A Judá se le dijo que sus descendientes vivirían en una condición de superioridad general a sus hermanos hasta que venga Siloh. Esto se cumplió parcialmente en el sentido de que el linaje real de Israel fue el linaje del rey David, un descendiente de Judá. Es probable que Siloh signifique a quién pertenece, y que en definitiva se refiera al Mesías venidero, Jesucristo, que vino mediante Él traería gran bendición espiritual.
Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Éxodo 12:7
El cordero pascual y su sangre anticipan a Jesucristo y su sangre derramada como el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. El propósito de la sangre aplicada a los postes de las casas era salvar a los hijos primogénitos de cada familia de la muerte. Esto señala hacia el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz a fin de librar a los creyentes de la muerte y de la ira de Dios contra el pecado. El cordero pascual señala a la muerte de Cristo como sustitución de la muerte del creyente. A Cristo, Pablo lo llama “nuestra pascua” sacrificada por nosotros.
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