¿Por qué Dios no responde mi oración?

Han leído en la Biblia: “Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se los concederán. “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

Sientes que Dios no escucha sus oraciones. Que diariamente le suplicas para que la situación por la que sufres sea respondida a tu favor. Tengo que preguntarte ¿Cómo están tus relaciones con Dios? ¿Estás sirviéndole? ¿Estás libre de pecados? O ¿sólo te acuerdas de Él cuando tienes un problema?

Aquellos que no parecen recibir respuesta a sus oraciones probablemente no tienen una relación con el Señor y nunca han recibido el perdón de Dios por sus pecados. Son precisamente esos pecados los que detienen a Dios. ¿Deseas recibir respuesta? Pues debes comenzar una relación personal con Él. Quizás el Señor pueda tener propósitos que tal vez no puedas entender. Por lo tanto, Dios no va a hacer algo simplemente porque nosotros decidimos que esa es Su voluntad o porque piensas que lo que pides es indispensable y necesario para tu vida. Lo que tu vez como importante y necesario, para Dios no lo es.

Dios quiere que le entreguemos nuestras preocupaciones y que tengamos paciencia, porque Él no contesta las oraciones inmediatamente. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:6-7.

Muchas veces pensamos que si Dios no nos da lo que le pedimos, es que no ha contestado nuestra oración. Dios no siempre contesta nuestras oraciones de manera afirmativa. Seguramente lo que pediste no es lo que te convenía; hay otros planes mejores para ti. Tampoco Dios practica el favoritismo, ni tiene distinción de personas. Podemos orar una bella oración, y ser alguien de importancia en el mundo; cuando Dios dice “no” es “no” y es siempre para nuestro bien. Dios sólo promete concedernos nuestras oraciones cuando le pedimos de acuerdo a Su voluntad. 1 Juan 5:14-15 nos dice; “Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”.

Un ejemplo: Una empresa que está despidiendo personal. Uno de esos empleados es cristiano; buena persona, y  fiel al Señor. Le pide con todas las fuerzas que no permita que lo despidan ya que ese es el instrumento de sustento para él y su familia. Pero un buen día recibe la carta de despido. ¿Acaso Dios no escuchó su oración? ¿Por qué Dios no lo ayudó a quedarse en su trabajo? Poco después esa persona solicita empleo en otras empresas, y de pronto recibe contestación de uno de ellos, donde le dan buenos beneficios y le pagaran el doble de lo que ganaba en su anterior trabajo. ¿No es Dios maravilloso? Si Dios no le hubiera sacado del trabajo, nunca esa persona iba a tener la oportunidad de tener otro trabajo mejor.

Cuando nos presentamos delante de Dios y le pedimos tal o cual cosa, Dios siempre toma dos cosas en consideración: primero, lo que es para nuestro bien y segundo, lo que es para Su gloria. Si la oración no cumple con estas dos consideraciones, la respuesta es siempre “no”. Todos sabemos que Dios tiene un plan y un propósito para todas las cosas. Nada sucede fuera del plan de Dios. Muchas veces, las cosas no suceden de acuerdo a nuestro plan en nuestras vidas. El plan de Dios no es como nuestro plan. Isaías 55:8 dice: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová”.

Dios te bendiga