sábado, 26 de noviembre de 2011

La oración


Hoy te hablaré de la oración, un regalo hermoso que nos dio el Señor para que nos comuniquemos con Él. La oración es hablar con Dios.

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mateo 6:7-13

No es que recites esta oración al pie de la letra, sino que la tomes de ejemplo. Cada oración tiene que ser algo personal, pero preséntala con humildad. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo. No olvides que Él es tu Padre y mejor amigo.

No se cansen de pedir, aunque crean que la respuesta está muy lejos; tomen el ejemplo que Jesús enseñó con la parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad  un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que Cristo dijo: "Pedid y recibiréis" Juan 16:24

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Lucas 18:1-7

En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y Él oirá mi voz. Él redimirá en paz, mi alma, de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos. Salmos 55:16-19

Hoy aprenderás los pasos y los ingredientes de una oración efectiva:

  • TODA ORACIÓN VA DIRIGIDA AL PADRE: “Padre mío…”, “Padre amado...” Cuando oréis, decid: Padre nuestro… Lucas 11:2
  • ALABANZA: Adorando y alabando a nuestro Padre, agradeciendo. “Te alabo por lo mucho que has hecho por nosotros...”. Lucas 11:2. Alabad a Jehová, invocad su nombre, dad a conocer en los pueblos sus obras. Cantad a Él, cantadle salmos; hablad de todas sus maravillas. Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. 1 Crónicas 16:8-10. Así se inicia el proceso de oración a Dios. Santificado sea tu nombre.
  • SU VOLUNTAD: No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios y se haga Su voluntad. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Lucas 11:2
  • PEDIR: Jesús dijo que dijéramos: Danos el pan nuestro de cada día. Lucas 11:3.
Padre que todo lo que pida en el nombre de Jesús lo reciba. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Juan 16:23.

Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 1Juan 4:15-16
         
  • CONFESION DE PECADOS: Reconoce que eres pecador y pide perdón por lo que hayas hecho. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Lucas 11:4
  • TENER FE: Es lo primordial en la oración; sin fe no lograremos nada. En la Biblia encontramos muchos ejemplos:
Entró Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aún a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a Él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a Él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho  en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Marcos 1:2-6. 

Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de Él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Pero Él miraba alrededor para ver quién había hecho. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de Él, y le dijo toda la verdad. Y Él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; Marcos 5:30-35.

Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. Marcos 10:51-52.

Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Marcos 11:23-25.

Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería. Lucas 17:6-7
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Romanos 1:17-18.

  • ENCUENTRA EN LAS ESCRITURAS, LAS PROMESAS DEL SEÑOR Y RECLÁMALAS PARA TU VIDA: “Señor, tú dices en Lucas 11:10: Porque todo aquel que pide, recibe…” “Señor sana mi enfermedad, reclamo tus promesas como dices en Éxodo 23:26: Más a Jehová vuestro Dios serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti”.
Si queremos tener respuesta a nuestras oraciones siempre debemos orar basados en la Palabra de Dios.
  • DA GRACIAS A DIOS POR LA RESPUESTA: Debemos mantenernos firmes alabando y dando gracias a Dios por respondernos aunque aun no se haya manifestado físicamente nuestra respuesta. Gracias Padre, porque siempre me escuchas. Hoy quiero pedirte... de acuerdo con la voluntad divina, en nombre de Jesucristo, en armonía para con todo el mundo, bajo la gracia y de manera perfecta. Gracias Padre porque ya me escuchaste.
  • TERMINAR LA ORACIÓN: “EN EL NOMBRE DE JESÚS. AMÉN”. Todo esto Padre te lo pido en el hermoso nombre de tu hijo Jesús. Amen.
Recuerda que la oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16. Y no ores por ratos y cuando tengas tiempos, hazla un hábito en tu vida. La oración es un regalo y una bendición. Dios te bendiga.



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